Vamos a comenzar una serie de artículos en los que vamos a analizar a
fondo los productos de 226ERS, una joven empresa de productos de nutrición especializada en los deportes de resistencia.
Creo que la frase que mejor describe su filosofía es una de las que
tienen en su propia web: “226ERS es una marca creada por y para los
amantes de los deportes de larga distancia, nace para satisfacer las
demandas de los deportistas de fondo más exigentes”. Conozco a algunos
de sus responsables de la marca desde hace muchos años y me consta que
persiguen y cumplen ese Motto a rajatabla porque es gente que
tiene muchos años de experiencia en este tipo de deportes y que ha
concebido esta marca para intentar elaborar los productos que más se
amoldan a las necesidades que pueden hacer falta en este tipo de
deportes, algo que ellos mismos se encargan de comprobar en sus propias
carnes, ya que son los primeros que los “sufren” en primera persona.
Os aseguro que la meticulosidad y pasión que ponen en el desarrollo
de sus productos es bestial y que prueban y prueban un millón de veces,
haciendo todos los ajustes y cambios que haga falta hasta que consiguen
dar con lo que creen que es lo mejor (ellos mismos son unos de los
muchos que se encargan de probarlos y exprimirlos a tope así que tienen
información de primera mano).
Pero la gracia es que, a la hora de diseñar y elaborar sus productos,
no sólo buscan que sean los que dan un mayor rendimiento sino que no
olvidan nunca factores críticos como son la buena digestibilidad, niveles de absorción, sabores, etc.
También los han desarrollado de manera que no contengan gluten,
que no contengan azúcares (salvo que sea necesario por el propio tipo
de producto como en el caso de los geles energéticos), que primen los
ingredientes naturales, etc.
Pero, bueno, como vamos a ir analizando todos los productos de su
catálogo, ya iremos desmenuzándolos poco a poco… de momento, vamos a
echarle un vistazo a las Salts, que son uno de sus productos
diferenciales y que por eso hemos elegido como primer producto para
comenzar a presentaros esta marca.
Ah, a modo de anécdota, que casi se me olvida comentar el
chascarrillo del origen del nombre 226ERS y que no es sino un guiño a
los deportistas que realizan unas de las pruebas de resistencia de más
dureza (los triatlones de larga distancia) y cuya distancia en
kilómetros viene a sumar la cifra mágica que forma parte del nombre de
esta empresa.
226ERS Salts
Sales y energía en forma de hidratos de carbono son
las dos cosas que nos vienen a la cabeza a casi todos cuando pensamos en
suplementación deportiva.
Centrándonos en el tema de las sales, en la mayoría de los casos, el
medio para tomarlas (entiéndase como suplemento específico, no como
parte de los alimentos que ingerimos) es mediante algún tipo de bebida
que incluye determinadas sales (sodio, potasio, magnesio, calcio, …), en
determinadas cantidades y que presenta determinada concentración de
éstas (los míticos hipotónica, isotónica e hipertónica que tantas veces
hemos oído).
Aquí no nos vamos a poner a analizar o discutir qué tipo de
concentraciones o sales son mejores porque, aunque parece que hay cierto
consenso (al menos en líneas generales), a la hora de bajar a los
detalles, hay muchísimas tendencias, muchas de ellas muy válidas (o al
menos muy bien argumentadas) pero con afirmaciones significativamente
diferentes con lo que, al final acabaríamos llenando millones de páginas
y no hablaríamos de las Salts de 226ERS que es a lo que hemos venido
;-D
Lo que está claro es que el aporte de sales es imprescindible para evitar un desequilibrio de iones, deshidratación, prevenir calambres musculares, etc.
Como he comentado antes, lo más normal es que el aporte de sales lo
hagamos mediante las propias bebidas energéticas o bebidas isotónicas
(tampoco nos vamos a poner excesivamente puntillosos con la diferencia
entre unas y otras ahora mismo ;-D) porque es lo que ha habido hasta
ahora pero, de un tiempo a esta parte, vemos cómo están apareciendo
nuevas formas de administrarlas y que contienen sólo sales, sin carga energética.
Inicialmente, empezaron desarrollándose también en formato bebida
(simplemente le quitaban los hidratos de carbono y listo) pero para
abrir aún más el abanico de posibilidades, ahora tenemos también la
opción de tomarlas en cápsulas.
Como todo en esta vida, esta vía de administración tiene sus ventajas
y sus inconvenientes porque, por ejemplo, no necesitamos preparar nada
sino que nos la tragamos y listo, podemos racionar con mucha precisión
cuánto tomamos (básico para no pasarnos y petar el estómago por tenerlo
lleno de “porquerías” o con demasiaga concentración de nutrientes), no
tenemos que llevar a penas peso, nos facilita los avituallamientos ya
que no siempre tenemos a nuestra disposición bebidas con sales que
sepamos con seguridad que nos van bien pero sí tenemos agua que es lo
único que necesitamos con estas Salts… peeeeeero, tenemos que ver cómo
nos las apañamos para llevarlas ya que, aunque no pasa nada, meterlas
directamente en el bolsillo del top, maillot o pantalón no es lo más
recomendable por el sudor (aunque tampoco es que dé muchos problemas),
tenemos que tomar por separado los hidratos de carbono pero llevando
mucho cuidado de que no sea mediante fuentes que nos aporten un exceso
de sales para que no nos pasemos de la raya, etc.
Desde mi punto de vista, las ventajas son claramente superiores y, de
hecho, desde que descubrí este tipo de productos, como se suele decir,
se me ha abierto el cielo porque a ver cómo te las apañas (por ejemplo)
cuando entrenas en verano varias sesiones al día, todo el día sudando
como un gorrino y teniendo que beberte hasta el agua de los floreros…
caray, llega un momento en el que no puedes seguir tomando bebidas
energéticas / isotónicas porque, además de que acabas hasta el moño de
ellas, a lo mejor ya no necesitas esa carga energética sino que
únicamente requieres las sales con lo que, con las Salts, puedes racionarlo y tomar sólo esa parte y luego variar el tipo de bebidas que tomas.
Otra grandísima ventaja y que para mí casi justifica el tenerla en la caja de herramientas es el poder tomarte antes de una competición
(y de una tacada) las sales que necesitas, algo que normalmente
requiere tomarse un bidón de medio litro y que no siempre te entra por
la razón que sea (por ejemplo, porque no andas fino de estómago). Con
las Salts, te tomas la pastillita, echas un sorbo de agua y listo.
Es complicado intentar definir una pauta de uso
recomendada ya que depende directamente de la actividad que se esté
realizando y de las condiciones en las que se llevando a cabo, pero
digamos que una regla general que podría servir como guía es la de tomar
una cápsula cada hora, aproximadamente.
Una variación que permite muy fácilmente es la de combinarla con
otros productos y así, en lugar de tomarla con la pauta que hayamos
determinado (lo de una cada hora o la que nos vaya bien), lo que podemos
hacer es disminuir la periodicidad e ir intercalando otros productos
con lo que nos quedaría, por ejemplo: una cápsula cada dos horas y entre
una y otra podemos tomar bebida isotónica con lo que así vamos
variando, tanto de cara al sabor y textura como de cara a la fuente de nutrientes que utilizamos.
Otra de las formas de utilizarlas es disolviéndolas directamente en
agua pero, aunque sea posible y perfectamente válido, desde mi punto de
vista pierde casi por completo la gracia y muchas de las ventajas
respecto a otros productos ya que las tienes que andar preparando,
pierdes el control tan preciso de cuánto tomas… vamos, que para eso,
prefiero recurrir a una bebida energética / isotónica y guardarme las
Salts para utilizarlas como se supone que hay que usarlas (de trago
;-D).
Ah, perdonad que no haya dicho nada hasta ahora sobre su sabor pero
es que es como si no supieran a nada porque, al tragarlas en formato
cápsula, salvo que tengas las papilas gustativas en el estómago, no vas a
notarles ningún tipo de sabor.
Fuera de coñas, el polvillo tiene un saborcete salado (lógico, no
;-D) pero si te las tragas no les notas ningún sabor (tampoco a
plastificado como pasa con algunas cápsulas) y, si tienes la mala suerte
de tener algún tipo de reflujo gástrico por el esfuerzo o cosas así
(algo de lo que nunca estamos exentos), la verdad es que tampoco se les
nota ningún sabor extraño (ácido o amargo suele ser lo típico cuando
tienes reflujo y hace poco que has tomado un gel o cosas similares) lo
cual es de agradecer.
Lo que no podemos olvidar nunca es acompañar la ingesta de cada
cápsula de cierta cantidad de agua (desde la marca se recomienda un vaso
de agua).
En cuanto a la composición, cada cápsula tiene una alta concentración de sales minerales, especialmente sodio, potasio, magnesio y calcio,
cada una de ellas con sus funciones específicas de cara a la regulación
del metabolismo y que no vamos a ponernos a analizar aquí, salvo para
destacar la presencia del calcio, que no siempre se tiene en cuenta
cuando se piensa en la suplementación de sales y que es muy importante
para facilitar la asimilación de éstas.
Para los amantes de los números, comentar que cada cápsula aporta
141’25 gr de sodio, 114’71 mg de potasio, 4’5 mg de magnesio y 2’52 mg
de calcio junto con 5 mcg de vitamina D3 (que, entre otras cosas,
facilita la absorción del calcio que hemos mencionado antes), todo ello
con un aporte energético prácticamente nulo (0’95 kcal).
Por lo tanto, una forma muy práctica para poder realizar la
suplementación de sales que necesitemos para nuestra práctica deportiva y
de utilidad sobre todo en deportes de resistencia donde el consumo de éstas es muy alto.
La gran ventaja que nos dan respecto a otras formas de tomar estas
sales es que nos permiten controlar con una precisión milimétrica cuánto
tomamos, la ingesta es inmediata, no tenemos que llevar apenas nada
encima, etc.
En cuanto descubrí estos productos que únicamente contienen sales,
los incorporé a mi “kit de recursos” pero, en cuanto vi que ya no sólo
estaban en pastillas efervescentes o polvos, sino que estaban en este
forma de cápsulas, se me abrió el cielo porque me solucionaron justo uno
de los usos que todavía no había conseguido cubrir: el aporte de sales cuando vas corriendo en grandes tiradas
ya que en la bicicleta, puedes llevar bidones o incluso prepararlos
sobre la marcha pero, ¿cómo haces cuando vas corriendo? ¿vas cargado con
un bidón de isotónica? ¿y si se te acaba te pones a hacerte otro? Nada,
ahora es todo mucho más sencillo: te tomas una cápsula de Salts con un
traguito de agua de alguna fuente que hayas encontrado por el camino y,
ala, a tirar millas ;-D
Nota importante: aunque he intentado
especificarlo en todos los casos, siempre que haya hablado de beber
junto con las pastillas de sales, me refiero a agua ya que no debe
tomarse con bebidas que ya contengan un aporte de sales.
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